Recibimos esta semana en nuestro blog a una nueva invitada, Eva Espinosa, profesional con amplia experiencia en el área de empleo y la orientación laboral, quien nos trae un tema interesante como es el de las prestaciones por desempleo y sociales… ¿en qué medida se relacionan con nuestro potencial?

Las prestaciones nacen con el objetivo de garantizar el bienestar de las personas y proveerlas de lo necesario para vivir.  Su función es cubrir nuestras necesidades en caso de que no contemos con los recursos necesarios para hacerlo por nosotros mismos. 

¿Qué hace que nos quedemos en desempleo?

En algún momento de nuestra vida todas las personas conoceremos el significado de encontrarnos  “en situación de desempleo o paro” pero ¿Cuáles son los motivos por lo que las personas quedamos en desempleo a medio/largo plazo?  Hay infinidad de motivos tanto a nivel interno como a nivel externo que nos llevan a convertir una situación de desempleo en temporal a  medio/largo plazo.

Factores internos a la persona

• Pérdida de confianza y autoestima.  Nuestra confianza y autoestima se resiente si la búsqueda activa de empleo no da los frutos que imaginamos y el comienzo de un nuevo proyecto tarda en llegar.
• Cambio de prioridades en la escala de valores. La vida personal toma mayor importancia frente a la vida profesional. Este cambio en la escala de valores hace que reflexionemos acerca del rumbo que tomaremos al involucrarnos en un nuevo proyecto profesional.
• Desconocimiento del mercado laboral. Normalmente cuanto mayor es el tiempo que nos encontramos en desempleo, mayor es el desconocimiento que tenemos del mercado laboral.  ¿Cuáles son los mecanismos y las vías para acceder a él? ¿Cuáles son sus necesidades? ¿Cómo se pone en valor una candidatura para resultar de interés para el mercado?
• Desactualización del perfil profesional. Dependiendo en gran medida del sector y puesto de trabajo que desempeñemos. Con la declaración del estado de alarma y el auge del teletrabajo, las competencias digitales han cobrado gran importancia. Aquellos perfiles profesionales que antes de la pandemia no necesitaban la tecnología para trabajar, ahora son conscientes de que para volver a insertarse en el mercado necesitan actualizarse.

Factores externos a la persona

• Nos encontramos ante un mercado laboral volátil, incierto, complejo y ambiguo. El mercado demanda capacidad para gestionar cambios y adaptarnos a nuevos modelos organizativos, estructuras, gestión del conocimiento y  de la información. Perfiles con amplia experiencia laboral en un área o puesto concreto a priori pueden tener mayor dificultad para adaptarse a este nuevo paradigma, además de aquellos perfiles con nula o escasa experiencia laboral que están buscando sus primeras experiencias laborales y desconocen su talento. Al no conocerlo ni saber en qué pueden ayudar y con qué pueden contribuir el objetivo de volver a trabajar se complica. Por eso desde la orientación hacemos tanto hincapié en la importancia de conocernos para saber en todo momento qué podemos aportar a cada sector y puesto de trabajo concreto.
• Dificultad por parte de personal técnico para ayudar y/o adaptar el perfil de la persona demandante de empleo a las necesidades del mercado. Se hace indispensable mantenernos actualizados y atentos a descubrir nuevas potencialidades, sectores, puestos dentro del mercado con el objetivo de adaptar los perfiles de las personas que se encuentran en búsqueda activa de empleo a esas necesidades específicas. Estas necesidades pueden ser diferentes dependiendo del territorio en el que nos encontremos. En el momento que las tenemos identificadas y conocemos en profundidad el perfil que tenemos enfrente tanto a nivel personal como profesional se hace relativamente fácil ayudar las personas a insertarse o reinventarse de nuevo en el mercado. Si no las conocemos o siempre trabajamos utilizando los mismos criterios y procedimientos encontrar nuevas oportunidades será complicado.
• Incapacidad en algunos casos para motivar y/o orientar a las personas hacía sectores emergentes o puestos de trabajo donde su perfil sí o sí tiene cabida. No tiene sentido decir que el mercado está muy mal, que esto es una ruina o que por tener cierta edad, o estar viviendo una circunstancia concreta es imposible encontrar un empleo. No tiene sentido decirlo porque todos los días se crean empresas y se contratan personas.

Cuando una persona que se presupone tiene cierto criterio, suelta alguna de las frases/perlas que te he mencionado antes puede ocurrir dos cosas:

• Que la persona que se encuentra en búsqueda no se lo crea y continúe su búsqueda activa de empleo sin contar con esa persona.
• Que la persona se lo crea y  pregunte ¿Y ahora qué prestación toca pedir? 

Tipos de prestaciones tras la de desempleo

Estas son algunas de las prestaciones que se pueden solicitar cuando la prestación por desempleo se agota:

1. Renta activa de inserción (RAI)
2. Ayudas a personas mayores de 45 años
3. Ayudas a personas mayores de 52 años
4. Subsidio de desempleo.
5. Subsidio extraordinario de desempleo.

¿Prestación como un lastre?

Y es en este momento cuando la prestación deja de ayudar y comienza a ser un lastre para que las personas desarrollemos nuestro potencial ¿Por qué? 

Porque lo que en un inicio estaba contemplado como una prestación de carácter temporal con el tiempo puede convertirse “en algo más o menos fijo” y es posible que sintamos miedo a perder algo fijo por un empleo en la mayoría de los casos de carácter temporal.

También está el riesgo de acomodarnos a una situación nada favorable para nosotros pero que nos aporta un ingreso. Esto, junto al miedo y a la precariedad laboral que atraviesan algunos sectores/puestos de trabajo dificulta el progreso, el crecimiento personal y profesional, la gestión del cambio y la adaptación al mercado.

Posibles alternativas

• Prolongar la prestación todo lo que podamos y enlazar prestaciones. De esta manera garantizaremos que el acceso al mercado laboral cada día sea más complicado y difícil. Esta opción es cero recomendable. La prioridad siempre es estar dentro del mercado. Cuando estás dentro de él,  te será más fácil moverte y mejorar.
• Analizar sectores emergentes, vías de acceso al mercado y contrataciones en empresas.  Esto es algo que deberíamos hacer todas las personas con independencia de nuestra situación laboral. Conocer la tendencia y el lugar hacia el que se mueve el mercado.
• Utilizar la prestación sea del tipo que sea para reciclarse dentro de su profesión y/o formarse en algún puesto con demanda. Esta es una de las mejores alternativas. Usar el tiempo en desempleo para convertirnos en mejores personas/ profesionales. Siempre tendrán más opciones de acceder al mercado laboral aquellas personas que se reciclan y hagan por actualizarse que aquellas que no lo hacen.

Espero que este post te ayude a reflexionar si te encuentras en búsqueda activa de empleo ¿Y tú cuál crees que es el papel de las prestaciones? ¿Potencian o limitan el talento de las personas?