Empezamos el año compartiendo una reflexión de Eva Muñoz, basada en su experiencia profesional trabajando en diversos equipos. Esperamos que os haga pensar sobre las elecciones que hacemos cuando trabajamos, y cómo influyen en el “viaje” de cada proyecto y en los resultados.
Llegar lejos
Un proverbio africano dice:
“Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos camina acompañado”.
Los profesionales de la orientación laboral queremos llegar lejos y necesitamos hacerlo juntos. Creo que el trabajo cooperativo y en red facilita mucho nuestro camino.
Colaborar con profesionales de mi sector, ha aumentado mi creatividad, mi motivación, mis conocimientos y mi compromiso con la orientación laboral. Encontrar profesionales con quienes compartir información, dudas, experiencias,… me ha hecho crecer como profesional y como persona. Compartir inquietudes, ilusiones, visiones sobre nuestro trabajo hace que me sienta acompañada, comprendida, apoyada.
Formar parte de una “comunidad” y trabajar de forma colaborativa es clave en una profesión como la orientación laboral.
El trabajo colaborativo hace crecer una organización y a las personas que lo forman.
El trabajo en equipo y sentimiento de pertenencia como motor para aportar
A lo largo de mi trayectoria profesional como orientadora laboral he aprendido que un equipo de trabajo, para mantenerse productivo y motivado, tiene que compartir una serie de valores.
Necesitamos participar, sentir que aportamos valor, que importamos. Para eso, es importante que nuestro compromiso vaya asociado a una responsabilidad conjunta e individual y esto requiere “disciplina”, es decir, un interés individual y voluntario para desarrollar y realizar tareas.
En resumen, la decisión personal de querer o no querer. Dedicar tiempo a algo de lo que “te sientes parte”, con lo que “compartes objetivos” y el cual necesita del esfuerzo de todos y todas para que salga adelante. Como todos y todas, he formado parte de distintos tipos de equipos y he de decir que cuando han estado formados por personas altamente responsables y comprometidas, el trabajo ha sido más fácil, más ameno, más satisfactorio y he aprendido más.
El arte de comunicarse para sentirse muy cerca
Algo que hace que la suma de nuestros esfuerzos multiplique y no solo sume, es una comunicación abierta. Es esencial, intercambiar puntos de vista, estar al tanto de lo que ocurre, sentirse parte y escuchar.
Una comunicación transparente genera confianza. Da lugar a que se compartan emociones, sin esperar a que “la gota colme el vaso”; con respeto, con sinceridad, sin juzgar. Para atajar los posibles conflictos desde el principio y también a compartir elogios y agradecimientos, celebrar los éxitos y buenos resultados, dando así lugar a un buen clima de trabajo, imprescindible y tan necesario para trabajar a gusto.
Hay que evitar las conversaciones paralelas, los mensajes de “radio macuto”, ya que eso genera desconfianza.
El buen clima, mejora la productividad del equipo y contribuye a la cohesión.
Cohesión centrada en las personas
También es estupendo poder compartir momentos lúdicos, en los que nos podamos conocer mejor como personas. Recuerdo una organización en la que estuve trabajando que tenía “por norma” que la última media hora del viernes tomáramos algo todos/as juntos/as. Cada uno/a de nosotros/as compraba algo para compartir y en ese rato charlábamos sobre cómo estábamos, de qué tal la semana, de los planes para el fin de semana, …era un rato distendido.
En otro equipo, la coordinadora hacía reuniones los viernes y siempre comenzaba la reunión con un “¿cómo estás?” Compartíamos nuestro estado emocional y eso hacía que nos comprendieramos más, que nos prestáramos apoyo y que supiéramos que no estábamos solos/as.
Confianza en los demás (y en nosotros/as mismos/as)
Gracias a esa cohesión, desarrollamos la confianza en nosotros/as mismos/as, en cada miembro del equipo y en el logro de los objetivos compartidos. Por eso es importante generar espacios donde compartamos experiencias, casos, aprendizajes, etc…
Compartiendo conocimiento y complementandonos es como más aprendemos y eso enriquece el trabajo. Nuestros conocimientos y experiencia son muy valiosas, el éxito se encuentra en compartir y colaborar.
Dejemos atrás los “egos”, el querer destacar, el “pero esto lo he hecho yo”, aprovechemos ese gran conocimiento que hemos ido acumulando, nuestro “know how”, tengamos iniciativa y seamos proactivos/as para construir algo más grande.
Tras casi 20 años de experiencia, no dejo de aprender, he tenido compañeros/as con los que he compartido metodologías, conocimientos, herramientas, y esto es un quid pro quo: yo doy a la vez que recibo y de esta forma todos/as aprendemos y crecemos como profesionales.
La importancia de quien coordinar
En este punto es necesario hablar de un rol imprescindible en un equipo: la persona que coordina.
Para coordinar un equipo son necesarias cualidades como el pensamiento estratégico, la capacidad de resolver controversias y tomar decisiones, la resiliencia y la capacidad de delegar tareas y a su vez, la de favorecer la implicación en el proyecto, la motivación de personas del equipo y en generar sinergia.
Formar parte de un equipo implica la necesidad de compartir, de ofrecer y también de recibir, por ello y para que todo esto sea posible, necesitamos de la colaboración poniendo en práctica la participación, el compromiso y la implicación.
“Si enciendes una lámpara para otros, también iluminará tu camino”
Buda
Yo elijo llegar lejos, tejer redes, compartir experiencias y conocimientos con profesionales del sector, ¿y tú, qué eliges?
¡¡Eva!! Doy fe de que todo esto no son “solo palabras“. Es un lujo compartir proyectos, ilusiones y desilusiones contigo. Lo haces todo muy fácil y eres una persona que siempre aporta allá dónde va. Soy consciente de la suerte que tienen las personas a quienes orientas, porque inspiras y derrochas pasión y compromiso.
Un placer conocerte y ¡¡mil gracias por estar!!!
Guau!!!! Mil gracias, el sentimiento es mutuo.