El pasado 13 de mayo, nuestro compañero marciano y webmaster de Space Meeting, Esteban Grandal, nos ofreció una charla sobre el tan nombrado desde hace un tiempo atrás SCRUM (y su inseparable concepto de las Metodologías AGILE) y unas buenas nociones de una buena Gestión del Tiempo.
¿De dónde nace?
Los cambios históricos en la sociedad moderna, se caracterizan por ser cada vez más volátiles, inciertos, complejos y ambiguos… ¡el famoso VUCA! y en el desarrollo de software fue donde tomó más importancia, en sus inicios, poder abordarlos.
Esto supone que cualquier proyecto, se pone en marcha para que vaya dando resultados antes que esperar al resultado final del producto. Esto supone cambios en cuanto al cliente como un elemento activamente participativo, una capacidad de mejora constante y de adaptación a las necesidades de surgen a cada momento. En definitiva es dar valor a las decisiones a corto plazo que forman parte de ese largo plazo vital, laboral, de emprendimiento, etc; aceptando la incertidumbre y la posibilidad de tener que abordar cambios “sobre la marcha”.
¿Pero cómo funciona?
Principalmente hay que tener siempre en cuenta qué es SCRUM y qué momentos tiene:
- es trabajar en equipo
- con entregas parciales de tareas tangibles y usables
- en unos momentos pautados
- donde la prioridad es el cliente
- y vuelta a empezar hasta llegar al producto finalizado con la intención principal de satisfacer al cliente.
En medio de todas estas fases están implicadas diferentes figuras que son el Product Owner, Stakeholders, Scrum Master, ect… que tiene su parte de protagonismo y responsabilidades en cada una.
SCRUM adaptado a lo social, a lo personal
Esteban además, adaptó la charla en un área que no interesa y afecta especialmente que es lo social y nos pudimos dar cuenta que es una gran herramienta que permite proyectos cooperativos, que impliquen a diferentes organizaciones, favorece la deslocalización de las personas implicadas (favoreciendo, por ejemplo, el teletrabajo) y aportan herramientas de gestión de proyectos de todo tipo que, ahora más que nunca, están afectados por entornos inciertos.
Pero como nada es perfecto la metodología SCRUM pierde su peso en cuanto se gestionan equipos de personas pues, en sí misma no contempla ese cuidado del bienestar de la grupalidad, algo esencial y elemento base en infinidad de proyectos sociales.
¿Y qué hacemos con el tiempo?
Lo esencial es entender que el tiempo da para lo que da, también nuestras fuerzas y nuestras circunstancias, por eso no debemos obsesionarnos con eso de hacer cada vez más eficaz el tiempo. Como bien dice Esteban: todos/as tenemos una idea aproximada del dinero que hay en nuestra cuenta corriente, pero ¿sabemos cuánto tiempo nos queda?
En definitiva el tiempo es un recurso escaso y que aún nos falta consciencia de cómo lo usamos (o “mal-usamos”).
¿Qué cuestiones hay que tener en cuenta?
Existen factores que nos roban el tiempo como por ejemplo, un mal reparto de tareas y que, en definitiva unos se hagan cargo de las tareas de los otros.
El tiempo tiene que servir para “vivir bien” y eso puede ser tanto hacer un curso como sencillamente sentarse en el sofá para leer. Y un largo etcétera.
El coste de oportunidad
¿Crees que sabes elegir bien tus tareas? ¿Te ha ocurrido alguna vez ser consciente de que otra tarea te aportaría más valor que la que estás haciendo ahora? ¿te compensa el salario (u otro tipo de retribución) por la tarea qué haces? ¿puedes elegir o estás estancado/a?
No es fácil transcribir todo el debate que se generó durante esta parte de la charla pero lo que sí quedó claro son conceptos como tener claras las recompensas, establecer prioridades, hacernos dueños/as de nuestro tiempo para que el final del recorrido, llegue cuando llegue, nos quedemos con la sensación de que ha merecido la pena.
¡Espero que os guste la charla tanto como a mí! ¡Mil gracias Esteban!