Cuarentena, qué fea palabra.
Día 9. Tengo la sensación de que todo el mundo se moviliza: los “makers” fabrican utensilios médicos con sus impresoras 3D, los talleres textiles se lanzan a coser mascarillas y batas, la industria empieza a pensar qué otras cosas útiles puede fabricar… Y yo solamente estoy en casa.
Tengo unas bonitas tarjetas de visita en las que pone “Formadora, orientadora laboral” y pienso “¿cómo puedo aportar algo en este momento? No soy costurera, ni enfermera, no sé nada de impresión 3D, solamente estoy en casa…”.
La incertidumbre enseña los dientes
Estoy en casa mientras presiento, y voy viendo día a día, que la gente está perdiendo sus trabajos.
Soy consciente de que esta situación va a ir pasando por distintas fases; ahora estamos en la fase de emergencia sanitaria y mi aportación debe ser quedarme en casa; puede que encuentre finalmente algo útil que hacer por los demás, pero de momento debe bastarme.
Sé que la emergencia sanitaria terminará y en ese momento muchos miles de ciudadanos y ciudadanas se encontrarán con ninguna empresa a la que acudir a trabajar, con sus puestos de trabajo amortizados o desaparecidos y una angustia creciente pensando en el futuro. Los profesionales de la orientación laboral tendremos que estar preparados entonces para aportar todo lo que podamos y sepamos.
La realidad mañana
Los que trabajamos en oficinas de empleo sabemos bien que gran parte de nuestros usuarios y usuarias son personas de difícil inserción; antes lo eran y a partir de ahora lo serán más, porque esta crisis económica que se nos viene encima se va a parecer mucho a cualquier otra, en la que los más desfavorecidos siempre se hunden un poquito más. Y también atenderemos a muchas personas que llevaban una vida razonablemente cómoda y ahora se encontrarán perdidas. Me imagino la longitud de “la cola del paro” cuando vuelva a trabajar a mi oficina de empleo… Pues bien, ése será el momento de empezar a aportar.
Ponte ahora
Queridas compañeras y compañeros orientadores, debemos prepararnos estos días de emergencia sanitaria para afrontar los días de emergencia laboral; debemos leer, actualizarnos, pensar en cómo animar, ayudar y acompañar a nuestros usuarios. Debemos aprender cómo trabajar con ellos la autoestima y el autoconocimiento, porque muchos tendrán que reinventarse; deberemos ayudarles y animarles a ver nuevas opciones.
Aprovechemos estos días para adquirir herramientas, para repasar conceptos, para crear red de apoyo y contactos. Porque nuestro momento de aportar no es ahora, pero llegará. Y nuestra aportación será contribuir a ver la luz al final del paro.
Por Lidia Enrich
Me ha encantado Lidia. Sin duda en cuanto pase esta situación de emergencia, nos toca a nosotros arribar el hombro, ayudar, colaborar, cocrear nuevos caminos… estoy segura que al igual que los profesionales sanitarios aportaremos nuestro granito de arena a este nuevo mundo que se abre paso. ¡Gracias por compartir!
Gracias a tí por tu comentario.
Ya haces. Y mucho. Ahora toca quedarse en casa. Después, tus usuarios agradecerán tu ayuda. Ánimo!
Gracias por tu comentario Ana Belén. Eso espero.
Me siento muy reflejada en lo que expresas, Lidia. Llevo ya unos cuántos días dándole vueltas a mi “utilidad” para la sociedad en estos momentos de crisis sanitaria. Pero dices muy bien, nuestra hora no es ahora, será el siguiente paso en el camino de la recuperación, en este caso recuperación laboral,
Muy de acuerdo con tus recomendaciones. Es el momento de actualizarnos, preparar nuestra caja de herramientas y ponerlas al día. Incluso de inventar nuevas herramientas.
Gracias por compartir.
Gracias por comentar Lola. Me alegra ver que estamos en la misma onda.
Gracias por tus aportes Lidia. Como bien dices, este es el momento de prepararnos para poder ayudar y acompañar a todas esas personas que van a quedarse sin proyecto, muchas de ellas descolgadas sin saber qué hacer ni adónde ir…
Quiero pensar que los empresarios volverán a demandar personas y que no aprovecharán las circunstancias como en la última crisis.
Saludos!
Gracias Lidia! Estoy segura de que TODXS podemos aportar algo. Ahora desde casa, aunque sólo sea una palabra de ánimo, con perspectiva en un futuro que – sea del color que sea – dependerá de nosotrxs, de nuestras acciones. Y luego ahí fuera, batallando cada día por seguir poniendo – como orientadores laborales – herramientas, consejos, propuestas y acompañamiento en manos de quienes más lo necesitan. De quienes tienen un ‘tesoro’ dentro y aún no saben qué pueden aportar al mercado laboral. A un mercado y un entorno, que será lo que nosotrxs queramos que sea.
Comparto tu actitud y tu propuesta, Lidia. Nos toca aportar, sumar.
El incierto futuro también se dibuja con nuestras manos.
Espero que mi comentario no llegue muy tarde…
Dadas las circunstancias, creo que no, puesto que el confinamiento sigue.
Lidia en su momento pensé lo mismo, yo en casa tan feliz con la necesidad de manos que hay fuera.
Pensando en qué podía ser: parte del problema, o parte de la solución.
Ante tanta incertidumbre, creo que parte de la solución era quedarse en casa, y ser responsable (cuidarme y cuidar).
Procurando hacer la vida más fácil a mi entorno, animando cuando ha hecho falta. Sin alimentar el miedo, los bulos o la histeria.
Cuando las aguas vuelvan a su cauce, será necesario levantar el ánimo y la motivación, seguir “cuidando”. Tendremos que estar preparadas mentalmente para ayudar a otras personas a remontar, a buscar nuevas oportunidades… En ese momento también harán falta muchas manos.
Ánimo que ya falta menos!